Método de célula vacía para el tratamiento de madera, generalmente usado con preservadores hidrosolubles. Este método difiere del de la célula llena en que es omitido el vacío inicial y la solución preservadora es inyectada a partir de la presión atmosférica. Es necesario un vacío final más prolongado para prevenir el exudado de la madera.

El aire contenido en el interior de la madera es desplazado con un vacío inicial, antes de introducir la solución preservante en la autoclave.

Se incrementa su presión hasta alcanzar la del tratamiento, que se mantiene constante el tiempo necesario. Se establece la presión atmosférica y se evacua el producto.

Para evitar que manche la madera al ser puesta en servicio se produce un vacío final y se vuelve a la presión atmosférica para poder retirar la madera.

El vacío inicial anula prácticamente la presión del aire inicial y se obtienen las penetraciones profundas y retenciones necesarias para conservarla cuando es puesta en servicio en sus peores condiciones.